Como insumo en la industria, la cal u óxido de calcio como también es conocido, tiene distintas variantes que pueden ser utilizados para distintas aplicaciones.
En concreto son dos los tipos de cal que se pueden encontrar en el mercado sobre todo minero, el que representa un 90% de la demanda a nivel nacional.
El más conocido es la cal viva, que se obtiene de la calcinación de la piedra caliza. Este insumo como tal, al desprender el anhídrido carbónico, a una temperatura de descomposición superior a los 1.000 grados Celsius, lo transforma en el óxido de calcio.
Otro tipo de cal que se puede encontrar en un proceso similar al anterior, es la cal apagada o hidróxido de calcio. Es el óxido de calcio que al ser apagado sometiéndolo a un tratamiento de agua, se transforma en el recurso hidróxido de calcio. Otro nombre popular que posee este insumo como tal es de cal hidratada.
Ambos tipos de cal, son altamente utilizados en la industria por actuar como acondicionador de pH, sin embargo, este recurso también puede ser utilizado en distintos procesos químicos como lubricante, caustificador, aglutinante, desinfectante o como materia prima en otro tipo de procesos.
Es por ello que este insumo se ha ido posicionando en la industria, acrecentando su uso a nivel nacional como internacional.