Hoy en día, entendemos que el cuidado y la preservación del medio ambiente se vuelve cada vez más importante en el sector minero. Aún más, cuando las compañías trabajan con reactivos químicos tales como la cal que, en sí, se caracteriza como un producto peligroso.
Así es el caso del muestreo del óxido de calcio, donde se le presentan dos opciones a los usuarios. La primera se destaca por el traslado del producto en camiones silos a las empresas mineras, sin embargo, no es una de las más recomendadas ya que las posibilidades de un accidente pueden ser mayores, debido a las alturas geográficas y, también, el nivel de manipulación que puede recibir la cal.
Y en este punto nos quedaremos.. pues, algunos usuarios se quedan con este muestro. No obstante, se presentan inconvenientes que se relacionan directamente a que éstos no tienen la potestad de actuar en parte alguna del camión, y del silo por los riesgos asociados.
¿El motivo? Por temas de seguridad, sólo el transportista puede abrir y cerrar la tapa del compartimento, y el representante del usuario puede efectuar el muestreo.
No obstante, la segunda alternativa se convierte en la ideal y la que, además, muchos terminan eligiendo. Nos referimos a la preparación y envío de la muestra, por parte del productor, al usuario. Una cal que es enviada en el mismo tamaño granulométrico que se le hace llegar a este último, o más bien, un sobre con la muestra refinada para el control químico de laboratorio, manteniéndose su calidad por un largo tiempo.
Es así como los clientes se terminan quedando con está demostración elaborada por el proveedor, demostrándose así la importancia de la transparencia en cuanto al contenido de la cal y su grado de pureza.
De modo que, se evitan las malas prácticas que puedan incidir en el uso y la aplicación de esta y, al mismo tiempo, existe una mayor preocupación por la serie de variables tales como; temperatura, volumen, presión, etc., que pueden afectar, considerablemente, en el desempeño de este reactivo químico.